Cuando el agua se olvida de nosotros, la sequía
Intentando buscar una imágen con la que empezar la entrada me quedé bloqueado y a punto estuve de abandonar su redacción porque son tantas y tan duras que me resultaba difícil quedarme con una solo así que he tomado la siguiente página que ofrecía 6 fotos 6, como las corridas de toros de toda la vida, a cual más desgarradora, amenazante y aterradora, a ella les remito. Son del año 2010 pero seguro que son exportables a algún lugar de la tierra en el año que escribo estas líneas de 2013, solo hay que indagar un poco en las noticias.
Afortunadamente este año el agua se ha acordado de mi país generosamente pero eso no ocurre siempre y cuando no sucede se pasa muy mal.
La sequía es un problema cíclico al igual que las indundaciones y que volverá por tanto debemos tenerlo muy presente. Tampoco debemos rendirnos a su poder absoluto pues tiene solución, soluciones que no es solo una que requieren del trabajo y cambio de algunas prácticas muy extendidas para adecuarlas a la realidad ambiental que vivimos. Esta es la mejor enumeración de soluciones que he encontrado por la red.
Hablemos ahora de la desertificación, el desierto que avanza inexorablemente. Un fenómeno fácil de confundir con el que trata esta entrada aunque no sea lo mismo pero está relacionado con el anterior aunque no está muy claro que sea efecto o causa del anterior. Como causa de la desertificación está muy claro que el hombre es cooperador necesario para multiplicar la velocidad de su avance por sus acciones que atentan contra la integridad del medio ambiente. En este enlace nos explican de qué va esto.
Y qué receta se nos ha dado históricamente para frenar la desertificación y de paso compensar los desequilibrios entre las distintas cuencas que nos abastecen por culpa de un clima caprichoso que no sabe de las necesidades del hombre. Sencillo en apariencia, hacer grandes trasvases entre ellas. Un vistazo un poco detallado demuestra que de sencillo tiene poco y el impacto que sus obras tienen sobre el terreno afectado es similar a varios supermegaembalses unidos provocando problemas mucho mayores de lo que cabía esperar sin contar lo caro del mantenimiento de sus instalaciones. En este archivo en pdf nos estudian las ventajas e inconvenientes de los trasvases. Mi conclusión es que el consumo, incluyendo en él los regadíos e industriales, se debe adecuar a lo que la naturaleza nos ofrece sin pretender modificarla para nuestro bien absoluto arrogándonos unos poderes que no nos corresponden más bien observarla y por ejemplo elegir para repoblaciones las especies vegetales que mejor se adaptan al clima de la zona. Se puede contemplar para aumentar el agua disponible, elemento tan influyente en nuestro progreso, el proceso de desalación del agua de mar que en la actualidad también presenta desventajas a solventar para lo cual confío ciegamente en nuestros científicos que nos sirva como atajo para el ciclo del agua que bien realizado pueda engañar colaborando con nuestra naturaleza omnipresente y que nada perdona sobre todo las chapuzas que castiga duramente.
Afortunadamente este año el agua se ha acordado de mi país generosamente pero eso no ocurre siempre y cuando no sucede se pasa muy mal.
La sequía es un problema cíclico al igual que las indundaciones y que volverá por tanto debemos tenerlo muy presente. Tampoco debemos rendirnos a su poder absoluto pues tiene solución, soluciones que no es solo una que requieren del trabajo y cambio de algunas prácticas muy extendidas para adecuarlas a la realidad ambiental que vivimos. Esta es la mejor enumeración de soluciones que he encontrado por la red.
Hablemos ahora de la desertificación, el desierto que avanza inexorablemente. Un fenómeno fácil de confundir con el que trata esta entrada aunque no sea lo mismo pero está relacionado con el anterior aunque no está muy claro que sea efecto o causa del anterior. Como causa de la desertificación está muy claro que el hombre es cooperador necesario para multiplicar la velocidad de su avance por sus acciones que atentan contra la integridad del medio ambiente. En este enlace nos explican de qué va esto.
Y qué receta se nos ha dado históricamente para frenar la desertificación y de paso compensar los desequilibrios entre las distintas cuencas que nos abastecen por culpa de un clima caprichoso que no sabe de las necesidades del hombre. Sencillo en apariencia, hacer grandes trasvases entre ellas. Un vistazo un poco detallado demuestra que de sencillo tiene poco y el impacto que sus obras tienen sobre el terreno afectado es similar a varios supermegaembalses unidos provocando problemas mucho mayores de lo que cabía esperar sin contar lo caro del mantenimiento de sus instalaciones. En este archivo en pdf nos estudian las ventajas e inconvenientes de los trasvases. Mi conclusión es que el consumo, incluyendo en él los regadíos e industriales, se debe adecuar a lo que la naturaleza nos ofrece sin pretender modificarla para nuestro bien absoluto arrogándonos unos poderes que no nos corresponden más bien observarla y por ejemplo elegir para repoblaciones las especies vegetales que mejor se adaptan al clima de la zona. Se puede contemplar para aumentar el agua disponible, elemento tan influyente en nuestro progreso, el proceso de desalación del agua de mar que en la actualidad también presenta desventajas a solventar para lo cual confío ciegamente en nuestros científicos que nos sirva como atajo para el ciclo del agua que bien realizado pueda engañar colaborando con nuestra naturaleza omnipresente y que nada perdona sobre todo las chapuzas que castiga duramente.
Comentarios
Publicar un comentario