Hablemos del fontanero, no todo iban a ser coroneles en el ejército líquido

De la misma manera que todos los cargos son importantes en un barco son necesarias las escalas más bajas para mantener y practicar el conocimiento que sobre el líquido hay. He hecho algún apunte en este blog sobre los que nos lo suministran, los que lo estudian, los que construyen, los que viajan a su través o en su busca, los que lo defienden, incluso los que fantasean sobre él o cuentan sus historias. Ahora voy a hablar del último grumete, el que se encarga de los trabajos más ingratos y se aplica a ellos con esfuerzo físico principalmente aunque no en exclusiva, no solo de martillo vive el fontanero, tiene otros gadgets más avanzados no al alcance de cualquiera, los materiales con los que trabaja tampoco son los que eran duros e inmanejables. Han mejorado algo sus condiciones laborales y sin embargo esa misma mejora ha sido el principio del fin para su figura tal como la conocíamos. De ella se han apropiado empresas de servicio multidisciplinares que han cubierto sus tareas especializadas con operarios multitarea sin especialización alguna y que cubren con voluntad y dedicación sus lagunas de conocimiento y falta de pericia.
Este es un oficio que se pierde, ya apenas quedan individuos que con la única ayuda de unas cuantas herramientas básicas se enfrentan al líquido que cuando se emplea en averiar provoca también pequeños desastres en nuestros hogares que a alguno puede parecerles enormes. Todo es relativo pero a su manera lo son. ¡Que vuelva por favor!
No se puede hablar de este noble oficio sin hablar del más famoso de todos ellos aunque no haya colocado un fregadero en su vida, tampoco ha tenido vida fuera del ámbito digital, nadie es perfecto pero este nos ha ayudado a serlo un poco más desde que entró en nuestra vida poniendo a prueba nuestros reflejos y paciencia. ¡Viva Mario!, el bajito con gorra no se me líen. Como todos los que se ocupan de un oficio manual empezó como segundo de abordo de un proyecto digital precursor de la era digital que vivimos famoso que hizo famosos a todos sus participantes también la marca que lo comercializó. A pesar de todo el grueso de la fama se la llevó el malo es lo que a mí me parece al menos de hecho dio nombre al videojuego inicial. No somos nada y si somos fontanero poco conseguiremos salvo la satisfacción personal de un trabajo bien hecho y en eso son todos maestros. Gracias a todos ellos.

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