El jefe líquido y la solidez del que lo aguante.

Al jefe se le exige que se adapte cual líquido elemento, que siempre tenga una respuesta adecuada, precisa y proporcionada, no puede andar preguntándose por cosas banales e irrelevantes como por ejemplo qué corbata voy a llevar hoy o si el despedido  me va a mirar mal. El debe mostrar su mirada limpia de remordimiento y medidamente ausente a las emociones distractivas valorando adecuadamente el peligro que ellas suponen, debe ser un maestro en su manejo desde la distancia y debe estar siempre despierto a detectar todo lo organizativamente incorrecto que ocurra en un radio de acción prudencial y debe estar dispuesto a saltar sobre cualquiera que suponga una amenaza para su estatus ganado con mucho sudor ¿adivinan de quién? da igual, en cualquier caso la liquidez se le presupone y el crédito se le proporciona. Todos tenemos el nuestro/s y se la debemos.
Un día malo lo tiene cualquiera y nadie está libre de sufrir un pájara inoportuna, sin problema, se puede vencer si su empleo empieza por J, no está usted indefenso mi nunca bien ponderado jefe aunque se levante un día sin dormir nada incluso si en la mañana se olvida de ponerse la cremita esa 24 horas, se puede disimular con una actitud apropiada y los conocimientos para hoy, tenemos a Google, ¿Qué más podemos desear? Pues mire ushté, también se puede ir un día al trabajo estando espeso, esto es con el cerebro hecho un amasijo de ideas discordantes funcionando a medio gas. Hay más apoyos y más cercanos. Mírese un poco mejor lo que tiene cerca en vivo, pedaleando sin descanso y con poco incentivo, sólido tampoco es del todo y puede sufrir un tirón de vez en cuando aunque le pueda parecer impensable.Un consejo para esos días es que tenga a mano un gregario de lujo como el que les muestro, pero intenten no emular mucho al suyo porque puede acudir al mercado que toque y se puede buscar otro algo más solidario y tenga que ponerse la corbata derecha de oficio, se siente.

 Hay quien quiere ser jefe para no depender del capricho de otras personas, falsa premisa, siempre dependemos de los caprichos de otro, en el mejor de los casos de un consumidor que disciplinado no es, podía ser peor, tal vez depender de un consejo de administración corrupto y malversador, tal vez de un generalísimo director tiránico y despiadado quien no se consuela es porque no quiere.

Un día conocí a uno que se jactaba de que sus subordinados tenían más derechos que él mismo pues no tenía vacaciones, desempleo ni tantas paparruchas de esas que han inventado para mantenernos encadenados a la bici, todos somos personas y tenemos derecho a todas esta paparruchas, también el de la parte trasera, solo tiene que ponerse algún día en la parte delantera y que otro colega le de la patada, si es su caso bienvenido al estado del bienestar.
Probablemente no haya ninguna justificación para interpretar que seamos los currantes los que llevamos adelante esta sociedad pero menos hay para endiosar a los emprendedores como garantes de progreso y ninguna para demonizar al currito a costa de ensalzar al jefe que hace lo que puede, no seré yo quien pida milagros, respeto y que cada cual cumpla su papel lo más eficazmente posible y todos a una progresaremos seguro sin esclavos ni tiranos que muestren el poder de su pulgar. Hasta otra. A la orden.

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