Yo y el mundo, líquido por supuesto

Me gustaría que hubieran notado que ha pasado un tiempo en que no publicaba nada en este espacio. No ha sido por falta de actividad digital ni por falta de ideas aunque es verdad que las responsabilidades laborales y personales han sido algo acaparadoras y las pocas ideas que me han permitido madurar últimamente las he colocado en otros espacios más adecuados o virales, esto no ha acabado ni siquiera en su planteamiento básico, aún cuando diera por terminado su abanico de líneas de ampliación los frentes informativos abiertos por el tema son ya muchos y abrumadores para una persona sola ante la grandiosidad del mismo. En el tema líquido hay mucha tela que fabricar y palabras que emplear a modo de hilo conductor y a pesar de la estación seca las visitas al blog no han desaparecido de hecho les recomendaría de vez en cuando hicieran un pequeño crucero curso arriba de este río para rememorar entradas y acepto propuestas para ampliar los temas tratados.
Para quien americe con su nave hoy ahora en este lugar le diría que se encuentra en un planeta que debería llamarse Agua pues la tierra es algo anecdótico en él. Estudiar el tema del agua me ha hecho detenerme en aspectos prácticos, físicos, históricos y conceptuales tanto de ella como de otros elementos líquidos pero también en otros psicológicos como el conocimiento, la universalidad, la actitud y defensa del agua aunque ninguno de ellos los he tratado en la profundidad que se merecen y también he desarrollado otros que aparentemente no tenían nada que ver pero la disciplina con el elemento líquido no casa mucho e intento identificarme algo con el protagonista de la novela, algo se me tenía que pegar después de tanto rato hablando del agua. Esto no es un tratado universal sobre el tema, es un acercamiento de un indivíduo pequeño y limitado a un océano de información. En ocasiones he sufrido algún que otro mareo inoportuno, navegar por un mar no siempre en calma absoluta es lo que tiene pero ahí sigo,  me refiero a nuestra realidad social y política que nos lleva como si fueramos montados en una gran montaña rusa, intento evitar interferencias de la misma por que el tema elegido para este blog es atemporal y debe estar por encima de fenómenos atmosféricos pero es difícil.
No me interesa el agua como un elemento sencillo y aislado formado por otros más pequeños elegidos sin motivo aparente de los que reposaban en la tabla periódica, me interesa más como algo tan simple a un primer golpe de vista que por mera suma acumulativa puede llegar a significar tanto para tantos. Mi búsqueda del secreto del éxito del agua podía ser un título adecuado para esta epopeya en que me veo inmerso, ya es tarde para cambiarlo el suyo está bien. Para lo que no es tarde es para identificar las opciones que siempre hay o quizás para delimitar un poco descartar las que no me valen. Rendirse no es opción válida, eliminada. Nunca con el trabajo a medias aunque siempre pueda quedar la sensación de poder haber hecho más, aún se puede mejorar lo hecho sin bloquear su avance.
No solo me interesa el agua, he dedicado entradas a varios líquidos que usamos comúnmente o han pasado a nuestro lado y cada uno tiene su éxito en lo suyo aparte del summun del agua pues han dado a nuestra vida algo diferente a lo visto antes haciéndola depender de ellos en algún sentido sin apenas darnos cuenta. Esto también lo podrán ver en este espacio e intentaré continuar ampliando conocimientos.
Todo río y este blog también tiene nacimiento, curso  y  desembocadura aunque este no sea su estado actual pues sigue en curso. En cualquier caso el fin no tiene por qué ser definitivo pues puede sumar su caudal a otro más caudaloso a seguir viaje, el final es común para todos, el mar del morir. Me adelanto más de la cuenta, seguiré escribiendo la novela y ya veremos.
Mientras llega el puñetero mar que les dije tenemos el río de vivir que es más divertido e interesante. Que se diviertan. Fin de la cita.

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