En ocasiones en el agua veo memoria, muchas la echo en falta en los humanos

Me gusta la ciencia, pero en esta ocasión voy a pasar directamente de ella y me voy a hacer eco de un experimento que aunque pudiera haber respetado los cánones que la ciencia impone al final no sirvió para más que hacer aventurar al científico una cualidad casi alquímica en el líquido vital que si existiera no creo que aportara mucho a un mejor aprovechamiento de ella ni a nuestro bienestar tampoco. Se empeñaba el susodicho experimentador en que el agua guarda memoria de lo que albergaba y volvía a reproducirlo meneándola fuerte y cumpliendo una serie de condiciones muy señaladas. Menuda pérdida de tiempo espero que la escritura de esto no acabe también en ello y quien lo lea sepa sacar una enseñanza válida para su propia vida. La que yo saco es que mejor que buscar cualidades de ciencia ficción en objetos sería hacer una buena novela que entretuviera al personal de una vida poco interesante sin apartarle de ella, cuando el libro se cierra los problemas normales vuelven y toca enfrentarlos de nuevo sin atajos homeopáticos.
Para contrarrestar mi manifiesto escepticismo y acercarme hacia la luz he estado ojeando esta web que al parecer defiende con entusiasmo estas teorías de los beneficios de sus aguas tratadas sin ahorrarse críticas a la política que siguen en varios lugares de tratarla con flúor por ejemplo en mi país. La estupidez humana puede hacer mucho daño, lo digo por lo del flúor innecesario seguro en nuestro grifo y que podían fomentar su uso para el aseo bucal diario mucho más de lo que se hace, también por lo de defender tu tratamiento echando por tierra otro que mal que bien y aunque yo mismo lo considere innecesario y que busca el beneficio de unos pocos sin demostrar el bien común por falta de estudios de resultados sobre su uso debe haber superado ensayos científicos previos al uso que los homeopatas ni sueñan pasar, si no es así de qué estamos hablando que lo quiten y en paz pero en cualquier caso no aportaría nada a la homeropatía. Uno de los obstáculos más difíciles de salvar por los tratamientos homeopáticos es que al analizar no presentan ninguna sustancia curativa tal como la conocemos y si no aportan nada a la base líquida qué tipo de fármaco nos proveen.
El género humano gusta de machacar la memoria a cada poco. Revisamos continuamente ideas ya descartadas por absurdas o imposibles de aplicar si nos las presentan de una forma atractiva o simplemente diferente. Esto nos puede hacer rescatar líneas de investigación dormidas que esperaban un golpe de genialidad pero también abrazar cualquiera que no presente efectos secundarios sin muchas objeciones y los primarios ya veremos hasta que nos golpean sus efectos colaterales que pueden llegar a ser devastadores.
La salida a este nudo en mi opinión no está en relajar los standares científicos para que quepan en ellos lo mágico o sin explicación sino que todo lo que se presente para curar sea suficientemente transparente prestándose a estudios serios y sus entusiastas que participen en su puesta en valor poniendo ante la comunidad sin secretismos ni sectarismos un conocimiento interpretable científicamente, es difícil pero si no se empieza nunca se va a hacer.
Para finalizar debo cumplir con el título de la entrada, hasta ahora les he hablado de su segunda parte donde se habla de la falta de memoria pero me queda explicar dónde veo esa memoria en el agua. Pues muy sencillo, los cursos de agua siguen leyes físicas muy elementales relacionadas con el nivel y el volumen. Nos empeñamos ciegamente en construir en lugares que un día fueron inundados y en el mejor de los casos que no vuelva a pasar porque pusimos las barreras adecuadas ponemos en peligro de inundación a otros pasando el problema al vecino. El colmo de esto lo he visto en mi propio pueblo donde han arreglado unos paseos preciosos en la rivera del río que en el siguiente invierno fueron invadidos y como resultado el desperdicio de unos fondos que no sobran en ningún lado. Si no somos capaces de guardar en la memoria algo tan sencillo como que por aquí pasaba un río cómo podemos aspirar a atesorar conocimiento alguno, protejámoslo para que no se pierda, también el agua aunque sea desmemoriada.
Que por aquí no hubiera pasado nunca un río no es garantía de nada pues la vida líquida da muchas vueltas y en el futuro puede pasar, debemos estar atentos y vigilarla de cerca para que no nos cojan de sorpresa hechos como los que nos cuentan en el siguiente link que yo titularía "El corazón de Africa oceanificado" y no es una serie de televisión es una previsión científica a miles de años vista, estamos avisados. Hasta otra, no olvidarse de volver.

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